Desde el principio de los tiempos formar asociaciones nos salvó la vida. “Si toco el fuego me quemo”👉🔥. Con el tiempo esto se puede ir de madre y pensar que si pasas el décimo por la barriga de una embarazada, atraerá la suerte🤰. Antes el mundo se explicaba así y 4 millones de años después se encuentra con que el desarrollo de la ciencia🔬 y la tecnología 📡y nuestro mayor instrumento, el cerebro🧠, no puede explicar la totalidad de las cosas que nos ocurren. Entonces echas mano a explicaciones que nada tiene que ver con la ciencia, lo empírico, la lógica, sino con causas preternaturales, divinas o mágicas💫.
“Pues yo soñé con el décimo premiado”💭. Odiamos la incertidumbre y necesitamos darle un sentido a todas las cosas que nos pasan, ya que eso te da una falsa seguridad y control sobre el mundo. Pero lo que seguramente haya ocurrido es que has reelaborado el recuerdo. ¿Tiene algo bueno un poquito de pensamiento mágico? Pues sí, nos ayuda en momentos de incertidumbre, nos da confianza y seguridad. Es un mecanismo que nos viene de serie, desde bebés impregnamos los objetos de afecto para cuando nuestra madre o padre no esté ese objeto nos de la protección y calma que necesitamos hasta poco a poco ir alcanzando la autonomía🐻. El chupete es la sustitución del pecho de la madre, por ejemplo👶. Deja un poquito de espacio en la despensa de tu mente a estos pensamientos porque se lo ha ganado, nos ha visto crecer desde el principio de los tiempos. Además, aunque quieras no puedes escapar al pensamiento mágico, hasta el más científico tiene su bolígrafo de la suerte🖊. La espiritualidad por tanto es importante y necesaria para tu salud mental🔝.